lunes, 30 de junio de 2008

Gracias, Michael

La muerte es algo que nos parece muy chungo. Por eso, cada vez que muere alguien, más aún si es famoso, parece que tenemos que hacer los mismos comentarios, frases dichas una y mil veces que a mi me resultan bastante cansinas.

Sí, hay veces que la gente muere joven, con mucho por hacer, incluso hay veces que se les va a echar en falta, pero prefiero mirar hacia delante y disfrutar de lo que nos dejaron.

Él fue para mí ese dibujante que te llama la atención por primera vez, que te hace fijarte en su nombre, que hace que busques todo lo que ha hecho hasta el momento, cuando estás empezando a meterte en esta afición que es el cómic.
Siempre hay un guionista y un dibujante que empiezan a ser tus preferidos, y de los que ya nunca te separas, por mucho que se degraden o dejen de gustarte. Luego vienen otros, pero ya son distintos.

Últimamente le había criticado, a él, por no parar de hacer portadas como un loco, olvidarse de dibujar interiores como los que me habían hecho disfrutar tanto, y por gustarme cada vez menos sus dibujos.

Luego, me enteré de que estaba enfermo. Decían que ya estaba mucho mejor, y auguraban su regreso. Al fin, parece que no ha podido ser.

Quizá no era el dibujante más original, ni el más bueno narrando, ni quizá el más espectacular. Pero fue el que me gustó tanto por primera vez.

Sí, ha muerto muy joven. Pero, joder, como me molan sus dibujos.

Te echaremos de menos, Michael.


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