lunes, 15 de octubre de 2007

La solución al cambio climático (Blog Action Day)

Descubrí en el periódico la existencia del Blog Action Day. Busqué información, y decían que teníamos que escribir en nuestro blog algo que relacionara la temática del mismo con el cambio climático. Como soy sentimental, me limito a hacer una reflexión. Ahí va el post especial para el Blog Action Day de este año.

El egoísmo

Muchas son las causas que se atribuyen al cambio climático. Las emisiones de CO2, las de CFCS, la deforestación, la reducción de la capa de ozono... Son muchas, y todas ellas relacionadas entre sí.

Pero hay una que las engloba a todas especialmente: el egoísmo.

Muchas son las preguntas que se hace el egoísta.
¿Por qué voy a dejar de contaminar? ¿Para que otros se lleven más beneficios?
¿Para qué voy a dejar de consumir productos innecesarios si puedo pagarlos?
¿Para qué voy a cerrar el grifo si el agua es barata?

Muchas son las excusas que pone cuando se le advierte.
"Que haga algo el gobierno".
"Yo no reciclo porque ya cobran un impuesto para eso. Que separen ellos".
"Para que suframos las consecuencias queda mucho, yo ya no estaré vivo/a".

La imaginación no tiene límite.

La responsabilidad

El polo Norte se derrite a un ritmo de vértigo, proliferan amebas que atacan al cerebro humano... No nos importa, no lo hemos visto de cerca.
Subirá el nivel del mar, se extinguirán muchas especies... ¿El futuro? ¿20 años? ¿40? Ya pensaremos en ello cuando toque.
Luego, cuando veamos la que se avecina y ya no podamos remediarlo, nos quejaremos. Epidemias, sequías... No nos importa. En África lo pasarán aún peor, pero nos cae un poco lejos.


Si extrapolamos esta idea a otros ámbitos, no nos quedamos cortos. Seguimos siendo un país que vende armas a países en guerra. Nos preocupamos más por el patriotismo o no de nuestro gobierno que de la gente que se muere de hambre. Seguimos sin perdonar la deuda externa a países desolados por el hambre, las enfermedades, las guerras...
Participamos directa o indirectamente en el perjuicio e incluso la muerte de miles de personas.
En el fondo es normal: somos un país "desarrollado".

Desechamos todo lo que recuerde a una época menos consumista y más responsable. Una época en la que llevábamos nuestra propia cesta de la compra, dejábamos sentar a la gente mayor en el autobús, no tirábamos papeles al suelo y no usábamos el coche para ir a comprar el periódico a la esquina. El hecho de "estar a la última" parece reñido con la conservación de pautas lógicas y coherentes.

La enseñanza

Actualmente, en los colegios ya se explica la teoría de "las tres erres": Reducir, Reutilizar y Reciclar.
Es muy sencilla de explicar. Voy a permitirme un ejemplo rápido con la bolsa de plástico que nos dan en la panadería:
Paso 1- Prescindo de la bolsa de plástico. En su lugar, utilizo una "antigua", de las de ropa. (Reducir)
Paso 2- Si tengo bolsas en casa, las utilizo más de una vez en lugar de tirarlas. (Reutilizar)
Paso 3- Cuando ya no sirven, las separo para reciclarlas. (Reciclar)

Con esto, podemos pensar que la concienciación de la sociedad ha empezado. El uso de esta teoría, sin duda, sería un ideal de comportamiento ético y respetuoso. Lástima que el paso que está más claro y extendido sea el último, cuando una buena aplicación de los dos primeros reduciría el peso del tercero. En ese caso, ya no servirían excusas como la falta de espacio en casa o el tan oído "yo ya reciclo".

La solución

Queda claro, pues, que problemas tan grandes tienen soluciones fáciles. Pero no queremos ponerlas en práctica. Sólo se trata de pensar antes de actuar. Pequeños gestos en el día a día son los que deciden el porvenir del planeta y de las personas que lo poblamos y poblaremos. Por algo será aquello que dicen de "la unión hace la fuerza"...

Aunque, claro está, los que mandan tendrán que poner mucho de su parte. Yo prefiero preocuparme sobre qué puedo hacer yo.

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